✽ LAURA VELEZ
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¿Cómo describirías tu conexión con las flores?
Las flores han sido compañeras en mi vida desde que estoy pequeña. Tengo un recuerdo muy especial en la casa de mi abuela que era una finca, ahí mi prima y yo pasábamos tardes enteras haciendo ‘sopas’ de flores. Nos íbamos caminando en busca de las mejores flores para poder hacer la sopa más deliciosa que existiera sobre la tierra. Con agua de la piscina que metíamos en ollas de peltre, echábamos las flores y hacíamos magia, después se las servíamos a todos nuestros hambrientos comensales que con gusto hacían gestos de sentirse bien alimentados por nuestra creación. Esos son los primeros recuerdos que tengo con las flores. Ya más adelante, en mi adolescencia, las flores me acompañaron en procesos que en ese momento se sintieron como profundas tristezas y sin-sentidos, ir a comprar un ramo de flores era entonces (sigue siendo) el equivalente a darme un abrazo largo y amoroso para acompañar el dolor. Hoy en mi presente, habitando ya un espacio al cual llamo casa, me gusta ver esta relación como una simbiosis. La conexión se extendió no solo a las flores si no las plantas, tengo varias en mi casa y entiendo nuestra relación como una de cuidado mutuo, ellas cuidan de mi tanto como yo cuido de ellas. Con la atención, el cariño y el respeto por nuestros procesos. Siento que cuando les hablo ellas me hablan a mí. Cuando las cuido ellas responden a esos cuidados y eso, me cuida a mí. Cuando florecen me están conversando y contando historias de cómo fue llegar a ese color tan increíble o esa forma tan maravillosa. Las flores para mí contienen todo lo lindo del mundo en sus pétalos.
¿Qué es lo que te mueve por dentro?
Lo que me mueve por dentro es ser quien toma las decisiones de mi vida. Alineada con lo que mi corazónalma necesitan y desean, e ir por ello. Intento mantenerme en un trato armonioso con la vida, una tira y afloje lo más suave posible, donde entiendo que no tengo control de todo, suelto y me entrego. Así como también acciono sobre lo que necesita de mi energía, mi tiempo y mi trabajo. Lo tengo que poner en práctica todos los días y aunque a veces no me resulta fácil, siempre lo intento otra vez.
Me mueve por dentro también saber que los seres que amo se encuentran bien, poder saludar montañas, hojas y árboles todos los días. Me mueve la bello, lo suave.
¿Cuál era tu flor favorita de niña?
Mi flor favorita de niña era la Bungambilia o más conocida como Veranera. Siempre habían en la casa de mi abuela y era el mejor condimento para las sopas mágicas que hacía con mi prima, cuando ya pasaban un rato en el agua soltaban pigmentos que me hacían maravillar con los ríos que formaban.
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¿Cuál es tu flor favorita hoy?
No logro decidir una flor favorita hoy, pero si tengo dos a las cuales les tengo gran admiración. La primera es el geranio, el olor de la flor es un olor que me relaja, me abraza, me hace sentir bien. La segunda es la orquídea, yo no siempre fui muy cercana a esta planta, pero hoy después de tener varias por algunos años, las admiro muchísimo. Las orquídeas atraviesan procesos para florecer que me han invitado a reflexionar bastante sobre la medición del tiempo y los procesos de existir humanos. Sobre la importancia de todos los estados. El reposo, el crecimiento, la floración y el marchitar para volver a reposar, crecer, florecer y así… en un círculo. Eso me parece maravilloso. Podría extenderme más, pero voy a dejar el link a un correo que en algún momento envié donde hablo un poco más de mis reflexiones acerca de estos procesos. Aquí.
Qué cosa no puede faltar en el espacio que habita Laura.
Luz natural, velas y plantas. Me gustan los rituales. Para mí es importante poder acercarme al fuego cuando lo necesito, prender una vela con una intención, cuando tengo una reunión importante, cuando voy a tomar alguna decisión o cuando simplemente necesito una guía. La luz natural es indispensable, me hace sentir viva, libre, me da energía. Por último, las plantas. No pueden faltar por el hecho más importante de todos: ellas hacen que mi vida sea mejor, que esté más presente y que cuide y entregue mi atención conscientemente.
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¿Por qué existe Flores del Viento? ¿Por qué se llama así?
Flores del Viento nació el año pasado en un momento en donde sentía que mi expresión artística necesitaba ampliarse a otros formatos que no solo fueran la ilustración o el diseño. Para aquellas personas que quizás no saben, soy diseñadora gráfica y trabajo en eso desde hace más de 6 años. La ilustración o pintura fue un camino paralelo que comenzó a tomar cada vez más forma cuando vivía en Buenos Aires y ahí fue donde se desarrolló ‘Larris’ que hoy es ‘Laura y las Flores’. Sin embargo, el año pasado sentí que necesitaba crear un espacio donde poder experimentar libremente, sin presiones ni expectativas, solo probar y divertirme. Así nació Flores del Viento. Al principio fue una exploración más enfocada al universo textil y aunque eso me sigue apasionando sentí en un momento que este proyecto estaba yéndose por un camino que no me hacía feliz y que al contrario de la intención de su origen, me estaba limitando y frustrando. Entonces decidí parar por unos meses, escribir, reformular y volver cuando lo sentí en mi corazón. Acá estoy entonces, otra vez, explorando y divirtiéndome. No sé muy bien que forma va tomando FDV, pero lo que sí sé, es que me estoy gozando el camino.
El nombre nació de dos elementos importantes en mi vida. Las flores y la libertad. Cuando pienso en Flores del Viento, me gusta imaginar una brisa que va por los aires del mundo transportando flores con ella. Una danza en el aire. Es la libertad de conocer, explorar, observar y moverse bailando con lo suave, lo bello, lo sutil.
¿Qué te inspira a crear?
La inspiración es un concepto cambiante para mí. Hoy me gusta pensar que la inspiración se genera en el hacer, en el observar. En el estar atenta con lo que me rodea. En escuchar. Me inspira sentirme en paz, segura. Me inspira ver como nacen nuevas hojas en mis plantas, como florecen mis orquídeas o anturios. Me inspira ver otros seres felices en sus vidas, ver humanos abrazar sus sensibilidades, ver el amor en sus diferentes formas. Si pienso en algo más tangible, en definitiva, me inspiran mucho los espacios, las casas, los talleres. Me parece maravilloso la forma en la que los humanos desarrollamos ecosistemas que nos hace sentir bien y en armonía. Como vamos construyendo un lugar con diferentes objetos que a su vez tienen recuerdos e historias. Cada uno diferente al otro. Eso me resulta muy bello y a mí lo bello, me inspira también.
